miércoles, 15 de enero de 2020

El silencio de los corderos




Lanzaron un cerdo desde un helicóptero a la pileta del dueño de Etiqueta Negra. El video que registra este hecho se tornó viral y suscitó todo tipo de comentarios, algunos de repudio, otros celebratorios. Federico Álvarez Castillo, el dueño, está casado con la modelo Lara Bernasconi y el chanchito en cuestión fue arrojado en su casa de José Ignacio. La altura desde la que fue tirado y el peso del cordero, causaron un gran splash que rebasó el cerco protector y mojó el deck aledaño. Álvarez Castillo, acérrimo defensor del macrismo, en una entrevista que le hace el diario La Nación en 2017, manifestó, en referencia a los presidentes anteriores, que eran “los peores del grado” y nos habían mentido. Postuló, en contrapartida, que Macri había conformado “un equipo de cracks”.

     ¿Quién le plantó el chancho a Federico? ¿Estas alusiones a su ideología podrían estar relacionadas con la caída en desgracia del cordero? ¿O en realidad el chancho fue arrojado por alguien que  -fiel al calendario chino- estaba empeñado en señalar que el año del cerdo llega pronto a su fin? Un dato curioso que aporta el diario Nación es que el video fue grabado desde el interior de la casa y que, al fondo, se escuchan risas femeninas  -algo que efectivamente se puede comprobar. ¿Qué filmaban desde el interior? ¿La pileta? En ese sector no había nadie. ¿Había alguien invitado en la casa que, en connivencia con los arrojadores de chanchos, quiso inmortalizar el momento de la broma funesta? ¿Acaso alguien de la propia familia instigó la broma? Si hubiera un muerto en la escena, todas estas preguntas serían pertinentes. Pero el único muerto es el chancho y por el momento no hay leyes que defiendan el derecho de los chanchos a no ser tirados desde un helicóptero. Con el correr de las horas, el propio Álvarez Castillo confirmó que él mismo había filmado la escena porque le pareció raro que un helicóptero estuviera ahí, cerniéndose sobre su techo como una enorme araña voladora.

     En los próximos días puede que queden esclarecidos los hechos (una de las hipótesis barajadas es que el propio Álvarez Castillo tiró al chancho, aunque él luego dijo que no fue perpetrador sino víctima; otra arriesga que un amigo le propuso al empresario: esta noche hacemos cordero a la parrilla y le pareció que la manera más sencilla de transportarlo era en helicóptero). Bastaría con averiguar de dónde salió el helicóptero, quiénes lo tripulaban y por qué se les dio por tirar un cerdo o cordero en la pileta de Lara y Federico. Hay que decir que esta gente  -la del helicóptero- tiene una impecable performance en tiro al chancho.

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