sábado, 10 de febrero de 2018

Penélopes de colección

En el silencio del vestíbulo la voz impactó como un petardo. Con mucho cuidado dejé la foto de Luisana y Michael sobre la mesa vidriada y me di vuelta.
-Soy Mercedes Sosa -dijo una mujer rotunda. Llevaba una remera ancha, oscura y sin gracia. Del pelo tirante y recogido se soltaban algunas mechas vehementes. Los ojos mostraban un cansancio belicoso, un brillo febril.
Sonreí con cautela.
-¿Vos sos la personal?
Asentí. En ese momento se abrieron unas puertas batientes al costado del living. Mustia empujaba un cochecito en el que había un bebé. Lo escoltaba una nena chiquita y rubia con un globo rojo. Daba pasitos vigilantes, concentrados, como si el globo pudiera estallar en cualquier momento.
-Me los llevo al pediatra -dijo Mercedes Sosa y se agachó para sacar una billetera alargada de la bolsa bajo el coche.
Abrió el cierre sobre la mesa de los portarretratos y sacó un documento que enseguida impuso abierto ante mis ojos. Mercedes Sosa Laprida se leía bajo su foto.
-¿Viste que no mentía?
Apenas recogió el brazo identitario, la nena se me puso delante y tiró el globo hacia el techo para que la mirara. Le dije uy, qué lindo globo y esas cosas tontas que se dicen a los niños. Después le pregunté cómo se llamaba. La nena hizo un mohín con los labios. Repetí mi pregunta.
-No te gastes -zanjó la madre-: es sorda.
A continuación se acuclilló de modo que su boca quedara frente a los ojos de la nena.
-Quie-re sa-ber có-mo te lla-más -la nena puso un dedo en su boca.
-Sa-ca-te ese de-do de a-hí -y se lo sacó ella. Cada palabra actuaba como un cincel sobre una muralla de piedra.
Miré para el costado. Mustia se mordía el labio inferior.
-Julieta -la madre había puesto sus manos sobre las rodillas y ya se paraba.
La nena profirió un graznido áspero con los puñitos cerrados. Me agaché y le tomé las manos. Ho-la Ju-lie-ta. La nena se soltó. Buscaba el globo.
-Si en cinco minutos Julio no aparece, vos andate -dijo Mercedes-. Le encanta tener a las mujeres esperando como si fueran Penélopes de colección.


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